
Ontinyent: historia, cultura y tradición en la capital textil
Por Juan Antonio Calabuig Ferre, presidente de la Asociación Valenciana de Periodistas y Escritores de Turismo
Proponemos a nuestros lectores que conozcan en profundidad Ontinyent, la capital de la comarca de La Vall d’Albaida.
Suponemos que casi todos ustedes saben perfectamente dónde se encuentra este próspero municipio del interior valenciano, y también que Ontinyent se halla en la vanguardia de la industria textil española. Pero lo cierto es que todavía son muchos los valencianos que desconocen que esta ciudad de 36.000 habitantes, además de fabricar buenas mantas y otros artículos textiles de gran calidad, posee muchos atractivos culturales, etnológicos y medioambientales de máximo interés. Por eso merece la pena visitar con detalle esta población industrial -situada a 75 kilómetros de Valencia- que ha sabido compatibilizar el progreso socioeconómico con la conservación respetuosa de sus raíces profundas y de sus fiestas y tradiciones más ancestrales.
En lo que respecta a su rico patrimonio histórico-artístico, iniciaremos el recorrido por su casco antiguo. Podemos visitar monumentos tan emblemáticos como la iglesia arciprestal de Santa María, una auténtica joya arquitectónica. En su interior, además del Altar Mayor y de sus bóvedas góticas, destaca la hermosa Capilla de la Purísima (del siglo XVI), en donde se venera a la patrona de la ciudad, la Purísima Concepción. En el exterior del templo llama la atención la portada renacentista y el gran campanario, de 71 metros de altura. Desde su cúspide, a la que se puede acceder en visita guiada, se contempla una magnífica vista panorámica de gran parte de la comarca.
Ontinyent posee otros edificios religiosos de interés, tanto en el centro histórico como en los alrededores de la ciudad. Destacan las iglesias de San Carlos y de San Francisco, y las ermitas de Santa Ana y Sant Esteve.
En la parte más elevada del casco antiguo se encuentra el Palacio de la Duquesa de Almodóvar, o Palau de la Vila, que conserva elementos arquitectónicos muy importantes, como torres, portadas, arcos, etcétera. Desde sus terrazas se pueden contemplar las mejores vistas urbanas de Ontinyent, que se ha desarrollado en torno al abrupto cauce del río Clariano, con varios puentes que unen las dos márgenes.
El principal punto de encuentro de la ciudad es la plaza mayor, presidida por el edificio del Ayuntamiento y que, cuando se celebran los más populares eventos festivos y sociales se convierte en el auténtico corazón de Ontinyent.
La ciudad posee buenos museos, como el Arqueológico de Ontinyent y la Vall d’Albaida, el Museo de las Ciencias Naturales (ubicado en el Colegio de los Padres Franciscanos), el recientemente inaugurado Museo Textil de la Comunidad Valenciana y el “Museo Fester” (situado en el edificio de la Societat de Festers, en la Plaça de Baix), en donde el visitante puede conocer con detalle las peculiaridades de las fiestas de Moros y Cristianos que, desde hace más de 150 años, se celebran a finales del mes de agosto, en honor del Santísimo Cristo de la Agonía, declarada de interés Turístico Nacional. La muy popular marcha mora “Chimo” (original de José María Ferrero) se ha transformado en la obra musical más representativa de las fiestas de esta ciudad.
El calendario de celebraciones tradicionales de Ontinyent tiene a finales del otoño la cita más emotiva, las fiestas que se dedican a la patrona la Purísima Concepción. Comienza en los últimos días del mes de noviembre y concluyen el 8 de diciembre. Estas fiestas religiosas se celebran desde el siglo XVI. La interpretación de la melodía “L’anunci angèlic” y del “Cants dels angelets” son dos de las piezas musicales más simbólicas y más representativas de las fiestas patronales. El otro gran evento popular es “La Fira”.
El río Clariano, el Pou Clar y los senderos
En el extenso término municipal de Ontinyent (126 kilómetros cuadrados) hallaremos parajes naturales de gran interés paisajístico y medioambiental. El más importante y, a la vez, el más famoso y popular, es el Pou Clar, una singular formación geológica con abundancia de aguas cristalinas en el río Clariano.
Una extensa red de senderos atraviesa el término municipal, facilitando el acceso a pie a lugares muy hermosos. El más conocido de estos itinerarios es el Sendero Europeo de Gran Recorrido GR-7, que enlaza Moixent, Ontinyent y Bocairent. Otros senderos son el PRV-306 (Senda del Cinquantenari), el PRV-121 (Senda dels Enginyers) y el PRV-122 (Barranc dels Tarongers).
Hace una semanas se inauguró un nuevo sendero, bautizado como “La ruta dels Molins”, que enlaza Ontinyent con Bocairent, siguiendo el curso del río Clariano por los barrancos de Tarongers y de la Fos.
La oferta gastronómica de la ciudad es buena y está basada, sobre todo, en los embutidos. La repostería tradicional es exquisita y está liderada por una centenaria empresa familiar (Teodoro Mora), fundada a finales del siglo XVIII,
Fotografías de la Asociación Fotográfica de Ontinyent (AFO), realizadas por Luis Botella y Juan Álvarez, y cedidas por el Ayuntamiento de Ontinyent.